A la luz de la candela, toda música parece bella.
Quien tiene candela, jamás se congela.
Quien tiene candela, jamás se congela.
Quien pide para candela, no se acuesta sin cena.
Tengo un amigo, que cuando algo le gusta mucho, siempre dice: "esto está a morir por Dios". No sé si serán reminiscencias de su juventud de seminarista. Lo cierto es que el otro día, estuvimos un grupo de amigos, comiendo en el nuevo restaurante "La Candela", en la calle Feduchy, nº 3 de Cádiz, y vino a mi memoria la expresión de mi amigo, porque todo lo que degustamos estaba "a morir por Dios".
Victor y Mari Carmen, son una pareja joven, formados en la Escuela de Hostelería, de Cádiz, que rezuman ilusiones, destreza, innovación, creatividad y también mucha experiencia, porque han trabajado con cocineros de prestigio como: Ángel Palacios (La Broche), Santi Santamaría (Saint Celoni), Sergi Arola (Art de Barcelona), en España. Y fuera de nuestras fronteras en: El Restaurante Exótico Migas de Pekin, en Alemania, en Lyon (Francia), Noruega, etc.
Victor además tiene en su poder el prestigioso premio internacional "Bocuse D'or".
El grupo de amigos que compartimos mesa y mantel.
En primer lugar, tostas de anchoas que acompañamos de cerveza, vino tinto y una bebida que preparan, denominada Martini Gold 007, que hizo las delicias de los comensales.
Seguimos con ensalada cesar, pez cochino y sargo a la plancha.
Finalmente, degustamos garbanzos con setas y langostinos, ravioli de pato con setas escabechadas, y carrillada.
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